Yolotl

En los últimos días se hicieron famosos los memes que incluyen al final de palabra las letras /tl/. Estos memes estan acompañados de imágenes alusivas a algún grupo indígena de México -o, creo, indígenas fuera de este país-.

La duda que me surgió fue: ¿son estas imágenes racistas? ¿es esta nueva cura de internet racista?

Debo admitir que tuve un rechazo instintivo a esa idea, principalmente por la orda de "defensores" indígenas que surgieron. Al modo: del 100% de internautas, un 90% es defensor de los derechos humanos a través de la pantalla y menos de un 20% está relacionado con el tema en cuestión. De ese 20%, apenas un 10% realmente comentan sobre el tema.

Me produce cierta repugnancia la reacción a favor o en contra de cualquier manifestación en línea. Nadie me sabía decir porqué era racista, sólo lo "intuían" se sentía "racista". No niego para nada que esta forma de obtener conocimiento sea válida -vaya, que el científico se mueve, en un principio, en el terreno de la intuición, las conjeturas alocadas y las corazonadas-, pero, la incapacidad de verbalizar y de ordenar el porqué algo está mal pareciera una condición generalizada. En un mundo repleto de información no hay espacio para reflexionar, sólo para reaccionar. Y para ello, acudimos a nuestras bases más bicerales. Les tenemos confianza... fé en que la panza sabrá a dónde ir. Fé en que no hará falta conectar dos neuronas. La lengua tiene una vía directa con la panza.

Es precisamente estos mecanismos fundamentales de estímulo-respuesta los que motivaron la siguiente reflexión. Empecé a cuestionarme porqué eran negativas esas imágenes. Un compañero me preguntó sobre mi opinión del fenómeno y sólo le pude responder que había imágenes que me parecían graciosas e inofensivas y otras que si me parecían directamente despectivas. Y antes de que brinque otro neo-protector de las buenas formas del hablar, quiero sostener que si, pienso que es racista esa forma de broma. He aquí mi hilo reflexivo:

La terminación /tl/ pretende "indigenizar" la palabra en cuestión. Aquí no hay una relación tan directa con lo significados negativos asociados al indígena -valores discriminatorios- como "naco", "atrasado", "tonto". No tan directo como sucede, por ejemplo, con la expresión "puto" o "marica" en donde la relación homosexual es igual a débil. Octavio Paz ya reflexionaba sobre esta resemantización del homosexual, del que se raja, de la mujer: es más homosexual el que se deja penetrar que el que penetra. "Es significativo, por otra parte, que el homosexualismo masculino sea considerado con cierta indulgencia, por lo que toca al agente activo".

La metonimia: les grito "homosexual-marica-puto" para significar "debil, agachado, perdedor". Pero, hay que saber diferenciar: esto no sucede con el /tl/. No discuto las distintas formas de manifestación de la discriminación indígena que si relacionan estos significados, pero en este caso particular, en este fenómeno memético, no es el caso. No sucede algo parecido al "puto=homosexual=debil".

En este caso, la terminación /tl/ busca agregar la característica indígena a algo que no lo tiene, según el criterio de alguien. Tanto la imagen como el /tl/ redundan esta intención. No me meteré con aquellos que dicen "soy totalmente palaciotl", esos si son golpes despectivos evidentes. Pero, otros, como la imagen que acompaña esta entrada, tienen como propósito volver una expresión popular-internetista en algo que se le pueda identificar como "indígena". Se le agrega ese nuevo valor. Unos diran "pero eso resulta bueno, ¿no? es decir, es una forma de integración". No por varias razones: no emana del grupo que hablaría, supongo, nahuatl -ya de por sí sería un PROBLEMA definir qué grupo y qué variante- y segundo, el propósito no es integrar sino separar.

Coloco el rojo con el rojo, el negro a los negros, a ti no porque eres gringo, mejor esto otro, esto te queda mejor. No preguntes, yo se cómo son los gringos. A ver, tú, el mexicano, ven para acá, deja te pongo un sombrero y tu zarape. No me importa que vivas en la Roma, eres un pinche mexicano y según mi criterio así visten, así hablan, esto les toca. No, tu no puedes usar el Lamborghini, a pero deja le pongo la rolita de la cucaracha al claxon y al cofre le pinto la Virgen de Guadalupe. Eso, ahí está, ahora si, eso es para tí. Mexicaniso algo que, evidentemente no es para mexicanos. Ahora ya lo es.

El ser humano tiene esta constante necesidad -casi a nivel cognitivo podría decir- de separar, dividir, ordenar; darle a cada quien lo que creo que le corresponde. Tú eres lo que yo percibo de tí. El yo, tanto como sujeto-individuo como sujeto-masa-de-humanos-culturalmente-homogéneos, es el centro del universo que mide, dispone y ordena. Algunos le llaman "etnocentrísmo": desde mis principios culturales mido las otras culturas, las otras formas de ver la realidad.

El racismo se entiende como esta división que tiende a ser despectiva. No somos iguales, esto creo que es claro más que nunca en este mundo globalizado -me parece muy productivo reflexionar sobre el término igualdad contra el de equidad-. El problema es cuando supongo supremacía desde mi posición. El ser humano reconocerá diferencias, dividirá y ordenará. Esto es un principio que sucede en muchas áreas. Pero este mecanismo se vuelve manifestación del racismo cuando divido con la intención de volver menos al otro, cuando ensalzo mi posición y -que es lo que está sucediendo en este caso- darle a los demás lo que YO CONSIDERO que deben tener, según mi posición egocéntrica/etnocéntrica. Es ese acto el que refleja una ignorancia profunda.

No reconozco al otro por su posición, reconozco al otro porque es distinto a mí y lo juzgo desde mis parámetros.

Podría argumentarse: pero es que, en realidad, no se puede juzgar desde otra posición que no sea la mía, no se puede nombrar desde otro sistema que no sea el mio. A eso respondería: si, tienes razón, pero el volver consciente, el volver evidente ese proceso es un paso más cerca de lograr algún tipo de comunicación, en el amplio y hermoso sentido de esa palabra.

En este caso, la broma se origina por señalar alguna característica impuesta. Esto no es más que una expresión de poder sobre alguien -por más redundante que suene esto-. En El Nombre de la Rosa se le teme a la risa porque eliminaría el temor a Dios y, sobre todo, porque le otorgaría poder al Hombre.

Subrayo: hubo muchos comentarios pro-indígenas bicerales, tanto a favor como en contra. Para mí, los dos tienen el mismo valor: estancan la reflexión, sirven para nada. Sin embargo, hay otros que me parecieron mucho más productivos, uno de ellos me recordó una idea más elaborada de la UNAM, en mi paso por Polacas: es nuestra capacidad de identificar estos mecanismos -medio cognitivos, medios societales- y querer cambiarlos, lo que diferencia al ser humano communis de los demás. No es ser civilizado, sino por civilidad, si quieres reírte de alguien, ríete de ti mismo.

Ahora, debo agregar esto: ES INTERNET for got saque! El lugar de los trolls, 9gag, 4chan y un niño con sobre peso que se cae de un palo. No es exactamente el mejor lugar para defender una causa. Aquí, el anonimato, saca a relucir todo lo que es el bonito ser humano. Pero bueno, basta de mis incitaciones misántropas. Dejen sus comentarios, y, hey, que xilo que llegaste hasta aquí, has leído 987 palabras. Bueno para le dieta diaria.

Gracias a Javier P. por permitirme discutir libremente estas ideas con él.


Comentarios

  1. Muy buen artículo. Un análisis profundo y honesto respecto a este tema que bien puede compararse con otras temáticas que se ven a diario en redes sociales. Saludos.

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