Coronavirus en tiempos del internet o cómo no romperse en 1000 piezas.

Lo que veremos en los próximos días (18 de marzo del 2020, horas antes de que cerraran las universidades) será una demostración a escala global de lo que me tocó vivir en Ciudad de México cuando sucedió el sismo: ¿podemos organizarnos? a juzgar por el avance del virus en Europa y las acciones tomadas el día de hoy, es de esperar que el virus se propague exponencialmente y pasemos a toque de queda, tal vez, más rápido de lo pensado; entre otras razones, debido a que aquellos países funcionaron como ejemplo de qué no hacer. No esperar al primer muerto.

Las redes, los oportunistas, los xenofóbicos, los medios de comunicación mercenarios y la gente maleducada son caldo de lugares horribles en este momento. Los veo y hierve mi lado más misántropo; pensamientos muy oscuros y frases del tipo "en serio, nos merecemos esto y más". Pero no: como el miedo, no es su ausencia lo que construye la virtud, si no su observación: el miedo existe, pero no nos controlará.

Lo diré sólo una vez: me parece que este gobierno está haciendo lo correcto, que el colmex suspendió actividades a tiempo, y que depende en gran medida de nosotros que el virus no se propague tan rápido como para colapsar nuestro sistema de salud. No existe en el mundo un sistema de salud que contenga a todos los enfermos, pero lo que sí puede existir es una comunidad organizada -o, como vimos en China, un estado de hierro. Está en nosotros darnos cuenta qué necesitamos. En el sismo, por unos momentos, vi gente ayudando como podía, vi gente que le valió el gobierno y se organizó ella sola. No esperemos a tener camas llenas de enfermos.

Esta es la prueba que a nuestra generación le tocará pasar. ¿Nuestra generación está a la altura?

Mi mensaje en botella es el siguiente: no desesperen... no des-esperen. Esperanza. Avalokiteshvara. No el acto de la acción inmovil frente a los caprichos de las tempestades. No. Me refiero a la creación consciente de nuestra fortaleza. Es el entrenamiento con fé en que resultará. Es una acción, de la cuál sólo tenemos fé que funcionará y nada más.

No pierdan la fé, no pierdan la esperanza: no des-esperen. Nos toca, a nuestra generación, realizar acciones que tienen que ver más con nuestro autocontrol que con un enfrentamiento bélico entre naciones (a Junio del 2020, esto espero, ya que una Gran Depresión es inevitable... pero una guerra mundial ¿podrá ser irrepetible?).

No desesperen y compartan esperanza. Es el momento de la introspección y del autocontrol. Fortaleza, serenidad, esperanza y sabiduría frente al internet en tiempos de pandemia. Por un momento podría parecer que no vale la pena, que no hay forma de transformar, que no hay forma de ayudar, no hay forma para mejorar. "Son unos estúpidos, están condenados todos". Que la maldad, la soberbia y el egoísmo resultarán victoriosos. No sucederá así, pero para ello hay que entrenar. Hay que ser capaces de pedir más brazos, más caras, más oidos. No pierdas la esperanza, ayuda. No te permitas dejar de ser sensible, ayuda.

Como aquella Bodhisattva de la compasión:
"At one time the bodhisattva Avalokiteshvara made a promise that should s/he give rise to thoughts of self benefit may the head break into 10 pieces and the body into 1000. After continuously witnessing the misery of beings in various states of existence, discouraged, s/he gave rise to thoughts of seeking only his own happiness. At that very instant the head and body shattered.
Calling out to Amitabha, the buddha came forth and spoke words of encouragement. Gathering up the 10 pieces of the head Amitabha constructed 10 faces - representing the 10 perfections. Gathering the 1000 pieces of the body he constructed another with 1000 hands each with an eye on the palm - representing the 1000 buddhas of the Golden Aeon. Finally he placed a duplicate of his own head at the crown - illuminating the entire threefold universe.
This story is found in the apocryphal Tibetan text called the Mani Kabum. In that text it also describes how Tara appears from a tear drop coming from Avalokiteshvara's right eye and the goddess Brikuti appears from a tear drop of the left eye. Both Tara and Brikuti are manifesting, like the other enlightened figures, to assist Avalokiteshvara on the path of benefitting all beings and reaching enlightenemnet. Some modern tellings of the story state that the two goddesses were Green Tara and White Tara".



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